Durante el proceso, la patóloga del habla-lenguaje realizará observaciones clínicas a través del juego dirigido, verificará el mecanismo oral-motor, administrará pruebas estandarizadas (de ser posible) y tareas de criterio para identificar las fortalezas y necesidades en las áreas de pre-requisitos lingüísticos, desarrollo fonético-fonológico, articulación, voz, fluidez, comunicación social, comprensión, expresión del lenguaje y/o lectoescritura. Posteriormente tabulará las respuestas, analizará los resultados y redactará un informe de evaluación formal. El mismo incluirá todos los hallazgos y recomendaciones que se discutirán con los encargados. De recomendarse el servicio terapéutico, podrían discutirse aspectos de itinerario y disponibilidad en esa reunión. La evaluación tendrá una validez de un (1) año. Luego de ese periodo se requerirá una re-evaluación.